Diapositiva Nº4

por Idefix

A mi ex-suegra le dieron tres meses. Para ir a visitarla a la clínica, tomaba un colectivo, caminaba cuatro cuadras y cruzaba un puente naranja. El puente era largo, abajo, vías de tren, muchas vías de tren. En el puente siempre soplaba viento. La última vez, mi ex-suegra tenía un pañuelo en la cabeza. Apenas entré, forzó una sonrisa. “Hola, Gordita”, le dije mientras le acariciaba la espalda. Mi ex-suegra tenía la mirada cansada, vacía. El día del entierro hizo frío y estaba nublado.