Han aparecido y se han encarnado

Por David Wapner

1

Iba a consignar un oscurecimiento alarmante
de alguna gente que hasta no hace mucho
era visible si problemas,
y estaba por decir que
con seguridad a algunos
no se los veía más,
pero me equivoqué.

2

A Ariel Romero, por ejemplo,
se lo avistó hoy mismo,
a eso de las dos y media de la tarde,
parado en una de las esquinas
que forma la intersección
de las avenidas Aguilar y Tejeda.
Ariel no se decidía a cruzar,
y cuando gritamos su nombre,
allí cruzó,
y casi lo mata un auto.

3

También apareció Roxana Paiva,
abriendo con los dientes
un paquete de galletitas,
en la plaza Hugo Leiva.
Quien la vio,
y nos cuenta esto,
dice haberla saludado ,
pero no sabe bien
si ella respondió.
Cree que sí.

4

Parece que en el bar Andamio
anduvo Héctor Landau.
Se sentó a una mesa,
cerca del baño,
comió un pebete de queso
y no bebió nada.
Al momento de pagar,
se equivocó y dio demás.
El mozo le devolvió.

5

En el interno 56
de la línea 553
se sentó Rosa Vega.
Se reía todo el tiempo.

6

Al que no se lo ve es al Negro Abdala.

7

Y quién apareció,
al cual nadie conocía,
y nunca nadie había visto antes,
fue Dardo Nemirovscky,
comprando pan en "La caléndula",
de San Pedro y Tatchman.

8

Llevaba un fajo de libros bajo el brazo
y, cuenta Roxana Beri,
que cuando quiso pagar,
hizo un movimiento
que causó que los libros
cayeran al piso.
Antes de que fuesen
recogidos por Nemirovscky,
que es una persona de unos treinta y ocho años,
Roxana tuvo la oportunidad
de registrar los títulos
y sus autores,
que le sorprendieron grandemente,
porque ninguno de ellos había tenido existencia
hasta aquel momento.
Al menos para ella,
pero consultó a otros,
algunos de ellos interesados
de algún modo u otro
en la literatura y, no:
completa ignorancia.
No existían.
¿Pero no era evidencia suficiente
el hecho de que los hubiese visto,
e incluso palpado?
No, le dijeron,
Nenirovscky tampoco existe,
sin embargo estaba allí.

9

A veces se registra
la aparición de Javiera López
en lugares diversos,
pero en especial
en un depósito subterráneo
de Editorial Territorio.

10

Sobre la copa de un paraíso
ubicado en la calle Islas Darías
al 300 de la ciudad de Petralcó,
cada tanto se materializa un pupitre,
el cual de inmediato
se desploma y hace trizas.
Entre las astillas suele aparecer
un puñado de manuscritos,
casi siempre anónimos,
aunque un par de veces
llevaron la firma de un autor,
los que lo vieron no recuerdan de quién.

11

¿Y aquél fenómeno
llamado negotropía
que inhibe de forma espontánea
el cincuenta por ciento
de las capacidades activas
de los afectados, en su mayoría
gente que "trabaja con la cabeza"?

12

Han desaparecido todos los libros
de Sebastián Lamora
y en su lugar
han aparecido otros idénticos,
réplicas exactas que se leen igual
y dicen lo mismo.

13

Estos que no están,
reaparecerán dentro de tres días,
en cualquier lugar del mundo:
Sonia López
Norman Gárbarz
Fito Alcaraz
A. U. Idelfonso
A Sonia López se la reconoce
por llevar un taco más bajo que el otro.
Tiene una voz inestable,
presenta un desequilibrio en los pómulos.
Lleva el pelo manchado.
Norman Gárbarz es obeso,
la bragueta de su pantalón
generalmente está abrochada
con un alfiler de gancho.
Sus ojos brillan,
sus labios siempre húmedos.
Tiene la nariz lastimada,
llora a menudo por ahí.
De Fito Alcaraz se sabe muy poco,
pero se dice de él
que su frente se presenta
transpirada en forma invariable
y que tiende a guiñar un ojo.
Tiene un agujero en la espalda.
A. U. Ildelfonso está todo arañado,
en su torso pueden verse las marcas
de las garras de su gato Néstor.

14

La reencarnación del obrero Carlos Barroso
en el poeta Julio Aurelio
lleva una demora
de alrededor de tres horas.
Hay otras reencarnaciones en curso
pero no tengo nada para informar acerca de ellas.

15

La encarnación del escritor Lelo Farías
en la escribana Silvia Insaurralde
se logró a medias,
sin embargo,
la enfermedad que aqueja a la escribana
no es posible adjudicar a inclusión
de una porción de Farías
en uno de sus flancos.
Aún así,
su funcionamiento general
no parece afectado de algún modo
aunque el híbrido
haya resultado estéril.
La afición de la escribana a la canción
"En tiempos de lucha" es, sí, coincidente
con la costumbre del extinto Farías
de cantar "En días de dura lucha"
en cualquier lado en donde aparecía.
"En días de dura lucha" no es, por cierto,
la misma composición
que "En tiempos de lucha",
sino una mucho más antigua,
pero la idea es la misma y,
tal vez,
los autores de esta última
hayan sido influenciados por la primera.
Esta, sin embargo,
es mucho mejor,
más completa,
mejor "equipada",
con un arsenal de consignas
sintético y contundente.
En cambio,
"En tiempos de lucha"
se engolosina con arengas
que de tanto martillar
terminan por aturdir.
De este modo,
la "lucha" se vuelve estéril,
reflejo de una encarnación fallida.

16

Se disputaba
la pelea de semifondo
entre los welters
Juan "Tromba" Casares
y Lucho "Puñal" Alvez;
promediaba el tercer round
cuando en el momento en que los púgiles
se disponían a abrazarse en clinch,
se materializó,
interponiéndose entre ambos,
Gregorio Kunisberg,
un pintor desconocido hasta el momento,
al cual hubo que sacar en camilla
debido a un principio de asfixia por aplastamiento.

17

Cuando el perro Tom
se disponía a morder
los tobillos de Cecilia Santos,
prendidas a sus pantorrillas
se autogeneraron las manos
del super-guitarrista Vao-Vao Samson,
quien a causa del tarascón se inhibió,
dejando en suspenso el proceso
de materialización y actuaciones futuras.
A cien metros de allí,
de un tronco de paraíso
se desprendía una rama que,
al dar de lleno al suelo,
se constituyó en una guitarra Bull Flasher,
destinada, al parecer,
a las manos de Samson.

18

"En el estadio "Víctor Marralde",
veintemil espectadores
presenciaban el partido
entre el Atlético Vespa
e Industrial Sporting Club,
cuando,
a los 38 minutos del segundo tiempo,
Industrial venciendo tres a uno,
resultado que lo salvaba del descenso,
se materializó un transatlántico
que en ese momento se hundía
envuelto en llamas,
tragedia inesperada que acabó,
no sólo con los 22 jugadores,
los jueces,
los bancos de suplentes,
técnicos y auxiliares,
sino con decenas de hinchas
que jamás hubieran esperado
un final así para sus vidas.