lunes, junio 19, 2006

La epopeya del bebedor de whisky


por Fabián Casas

William Faulkner fue un crack. Sin embargo, le costó muchísimo poder llegar a imponer su obra. Toda su carrera literaria está jalonada por los cachetazos que le fueron pegando editores de revistas y editoriales que rechazaban sus relatos y novelas aún cuando ya había escrito “El sonido y la furia” y “Luz de agosto”, entre otras obras maestras. Algunos de sus contemporáneos, en cambio, no dudaban. Hemingway (quien rivalizaba con él en el podio del gran novelista americano) solía decir que “Primero de todos está Bill, no hay nadie que escriba como él”. Después de haber publicado “La paga de los soldados” y “Mosquitos” –obras que causaron cierta repercusión y que fueron bien reseñadas por los críticos- Faulkner se abocó a escribir una obra que, según le decía a sus amigos, iba a revolucionar la literatura. La obra se llamaba “Banderas sobre el polvo” . (sigue acá)

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18 Comments:

Anonymous Anónimo said...

genial.

10:12 p. m.  
Blogger Terra said...

Sí. Muy bueno.

11:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Fabián,

Muy lindo texto, mushasho.

Atte.

11:39 p. m.  
Blogger Diego said...

Lo mejor que leí escrito por Casas.

12:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me sumo al festejo

Muy bueno che

11:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

ojo con el síbautismo, bautista!

ojo que si lo dice diego...

10:09 p. m.  
Blogger Luis Chaves said...

casas, el VAT man

1:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Casas, anotológico...
Pancho

12:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Casas no te conozco,pero me dieron ganas de leer a Faulkner

12:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

este es el palco de Casas !!!!!!

12:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No se si coincido demasiado con esta distinción tan marcada entre genio y escritor de talento que hace casas. Algo de eso hay seguro, pero quizá el punto merezca ser tratado con menos ligereza. Pero el artículo me gusta, asi como me gusta el sonido y la furia. Igual, nada me ha conmovido y golpeado tanto (a nivel estético y emocional) como las palmeras

3:14 p. m.  
Blogger paula p said...

si, da ganas de leer. y què hermoso montale

y ueremos que llegue la hora
de leer un genio generacional-

4:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La crítica destrozó a Mosquitos..

5:05 p. m.  
Blogger SL said...

esa hora no llegará paulita!

10:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Cómo se llamaba el reverendo de 'Luz de Agosto? ¿Hathaway? Tremendo personaje. Sólo Faulkner para darnos esos personajes cortados a cuchillo recubiertos de corazón.

10:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sí, Santiaguito, esa hora llegará. Con un tantito de retraso, pero llegará.


Ferdinand,el de goma

2:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El quía está, bien firme está. Pasa que la cancha viene embarrada ya hace años.

Ferdinand, el de goma

2:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tal vez, Santiaguito, lo niegues por ideología, o filosofía, que no es lo mismo. Yo diría por autoconvencimiento programático, según lo diste a entender varias veces. Respetable, pero no invalida el hecho que el quía exista.
A lo mejor, cuando aparezca (tarde, segùn aventuré), será, en efecto, tarde, y quienes estén en aquellos tiempos dirán de él que pertenece a otra generación. De este modo, se creará la paradoja de que Santiago Llach dijo en el pasado fue acertado.
El genio descubierto por los jóvenes del futuro será, entonces, un genio de una generación pasado, "no es nuestro".
Y así.

Se despide,
Ferdinand, el de goma

3:09 p. m.  

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