Cancha Rayada
Por Fabián Casas
(publicado en El ciclón y la furia)
Caminamos, con mi viejo, por la playa de estacionamiento.
Es un día de calor sofocante
y en el asfalto recalentado
vemos la sombra de un pájaro negro
que vuela en círculos,
como satélite de nuestra desgracia.
Una multitud victoriosa, a nuestras espaldas,
ruge todavía en la cancha.
Acabamos de perder el campeonato.
La cabina del auto es un horno a leña;
los asientos queman y el sol que pega
en el vidrio, enceguece.
Pero no importa, como dos bonzos
dispuestos a inmolarse,
nos sentamos y enciendo el motor:
Fabián Casas y su padre
van en coche al muere.
(publicado en El ciclón y la furia)
Caminamos, con mi viejo, por la playa de estacionamiento.
Es un día de calor sofocante
y en el asfalto recalentado
vemos la sombra de un pájaro negro
que vuela en círculos,
como satélite de nuestra desgracia.
Una multitud victoriosa, a nuestras espaldas,
ruge todavía en la cancha.
Acabamos de perder el campeonato.
La cabina del auto es un horno a leña;
los asientos queman y el sol que pega
en el vidrio, enceguece.
Pero no importa, como dos bonzos
dispuestos a inmolarse,
nos sentamos y enciendo el motor:
Fabián Casas y su padre
van en coche al muere.
Etiquetas: casas
6 Comments:
¿Casas existe de verdad?
Pero esto es poesía narrativa!
no oscar, esto es neobarroso, fuga, el devenir rizomático de las aliteraciones. fijate el "que.. que", que construye un texto desterritorializado, un "afuera" del estadio donde dos figuras "ciegas" "piensan" la literatura. Esto es Borges en la "fiesta" con Perlongher chonguito!!!
Ah... Sí, Casas. Che, ¿ese es el chango que dijo que yo vendo garrapiñada en la costanera?
Cara y cruz del fútbol y de la poesía: también podría haberlo escrito un hincha del Gimnasia de Griguol.
... claro que quiz´s no haría tanto calor...
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