martes, abril 11, 2006

Quintín, Obras Completas





por Pedro Mairal
Quintín terminó la reseña más larga del mundo. Puesto todo el texto en el mismo formato de página que la obra reseñada, La joven guardia (31 líneas x 50 caracteres por línea), dan 140 páginas, más las 10 páginas de carátula, de índice y de "cortesía", serían unas 150 páginas. Un libro. Un trabajo admirable, con un estilo a veces paranoico y a veces lúcido, donde se intenta "desarmar" cuentos, influencias, cruces, lecturas, poses, internas, escuelas, críticas, críticos...
Dudo que alguna vez alguien se haya tomado (y vuelva a tomarse) tan en serio una antología de escritores jóvenes. Había algo desproporcionado en la atención de Quintín por el libro. Casi como una obsesión. Yo creo que eso -más allá de si salimos bien o mal parados- hay que agradecerlo. Un gesto raro, nuevo. La sola idea de leer todos (o casi todos) los libros de cada antologado es delirante. Después de tanto trabajo, Quintín concluye:
...los más estimulantes de los libros que leí, los que me hacen pensar que leeré otros de sus autores son los que se escribieron desde un cierto afuera o, para decirlo vulgarmente, los de aquellos escritores que hacen tranquilamente lo suyo, tienen un ritmo calmo, imitan menos el comportamiento feroz y falsamente desesperado de sus mayores inmediatos y participan menos de sus guerras de posicionamiento. Hay una libertad nueva en ellos que se percibe y se transmite.

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