jueves, julio 27, 2006

Combates

Por David Wapner, desde Israel.

1.

Tuvimos que hacer un trámite en de la sucursal del banco Leumí de avenida Atzmaut y Rotschild, Bat-Yam.
Apenas entramos, pudimos ver movimiento alrededor del custodio, y del espacio que este tiene asignado en el hall.
Se había improvisado allí una suerte de café; sobre un estante que hacía las veces de mesa, vasos de cartón, formularios, un rollo de papel higiénico y una radio portátil encendida.
Eran hombres de entre 50 y 65 años que hablaban de enfermedades. Análisis de sangre, dosis de medicamentos, operaciones, pronósticos, todo entraba en su repertorio.
A las 12, irrumpió el noticiero largo del mediodía de la radio oficial, Kol Israel.
Arrojándose sobre el "transistor", escucharon las noticias.

El locutor informaba acerca de un feroz combate que se desarrollaba en la ciudad sudlibanesa de Maroun Ras entre las fuerzas atacantes israelíes, y la milicia de Hizbollah, que la defendía.

"Debe haber muertos."
"Seguro, y además yo... "

El rugido amplificado de una moto que arrancaba a metros nuestro se superpuso a las voces.

Luego vimos como una señora que se incorporaba al grupo por unos segundos para despedirse enseguida, hacía bromas sobre los cohetes que caen en el norte, y especulaba en chiste sobre indemnizaciones.

A nosotros nos tocó irnos del banco, ya no teníamos nada que hacer ahí.

2.

A las tres de la tarde, en el programa "Panorama internacional", de Kol Israel, su presentador y también analista comentaba una nota aparecida en "The New York Times": de pronto, según el diario neoyorquino, de acuerdo a la cita del locutor, Israel se estaba dando cuenta de que aquello que pensaba como un paseo paseo por sobre las cabezas de los militantes del Hizbollah —esta imagen es mía— para conseguir sus objetivos, se le estaba complicando. Que de pronto se daba cuenta de que la resistencia de la milicia chiíta era cosa seria. Quince de días desde el inicio de los ataques sin haber alcanzado ninguno de los objetivos propuestos y la destrucción como nunca se vio en la ciudades israelíes del norte, era una prueba de ello.

El locutor le transmitía a un interlocutor en línea telefónica su preocupación por lo que le pareció un mensaje implícito en la nota: quien la firmaba parecía estar contento de que a los israelíes no les estaba yendo tan bien.
Y le preguntó a la persona que estaba del otro lado de la línea, si le parecía que ya podía decirse que "el mundo estaba en contra nuestra".
El interlocutor, precisamente estaba en Roma, cubriendo la conferencia de prensa que ofrecían Kofi Anan, Condoleezza Rice, los representantes de los gobiernos de el Líbano e Israel y el presidente de Italia, luego de la convención convocada allí para lograr un cese del fuego, que fracasó.

"Bueno, no, no creo; los países árabes, por supuesto que sí, pero no, no me parece, por ahora no", respondió el corresponsal

"De todos modos —intervino el locutor de "Panorama internacional"—, debemos convenir que la nota en "The New York Times" es un mal signo. Yo estoy muy preocupado, supongo que vos también."

"Sí, claro, yo también."

3.

Hoy los israelíes mataron a 23 palestinos en diversos operativos.

Noam Chomsky, en http://www.democracynow.org, en referencia al secuestro de dos soldados israelíes por parte de Hizbollah que dio pie a Israel para iniciar su invasión, sostiene que "la sincronización y la escala de su ataque sugieren que fuera pensada en parte para reducir la presión sobre los palestinos forzando a Israel a luchar en dos frentes simultáneamente."

Pero, ¿y si la apertura de un segundo frente por parte de Israel le sirve para desviar la atención del mundo de lo que está sucediendo en los territorios palestinos ocupados?

4.

Por la noche, en la Radio del Ejército, un locutor comenta la muerte de nueve militares israelíes en el combate de Maroun Ras, y se pregunta, "¿por qué ellos, y no yo? Querría haber estado allí, y caído yo en lugar de alguno de ellos."

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