martes, septiembre 20, 2005

Hacia afuera

Por Fabián Casas


Pienso en toda la gente
que a esta hora mira televisión.
Una lluvia finísima
cae en la calle
y emerge desde el suelo
un silencio precario.
De la ventana hacia afuera
los límites de mi lenguaje
crearon un mundo
que ya no me interesa.
El pavimento mojado
refleja las luces de los autos:
rojos, verdes y amarillos
moviéndose.


De El Salmón, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1996.

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6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Extraordinario!

9:07 a. m.  
Blogger Box said...

Te sacás el mundo de encima y sale un poema hermoso...

11:57 a. m.  
Blogger Box said...

Te sacás el mundo de encima y sale un poema hermoso...

11:58 a. m.  
Blogger Box said...

Te sacás el mundo de encima y sale un poema hermoso...

11:58 a. m.  
Blogger Box said...

Uh!!! Me fui al carajo!

12:00 p. m.  
Blogger Miguel P. Soler said...

Fabián:
Del mismo libro, me gustó más el que sigue(y lo reproduzco sin tu autorización, perdón)


A MITAD DE LA NOCHE

Me levanto a mitad de la noche con mucha sed.
Mi viejo duerme, mis hermanos duermen.
Estoy desnudo en el medio del patio
y tengo la sensación de que las cosas no me reconocen.
Parece que detrás de mí nada hubiese concluido.
Pero estoy otra vez en el lugar donde nací.
El viaje del Salmón
en una época dura.
Pienso esto y abro la heladera:
un poco de luz desde las cosas
que se mantienen frías.



PD: Ese lugar filtrándose, aunque cotidiano y necesario, en otro espacio donde nos contenemos en la inestabilidad de lo oscuro, es sugerente y cierra el poema en un equilibrio ambiental. Se abre al pensamiento, con elementos muy sencillos. Además, me recuerda las veces que en la oscuridad de mi nuevo depto, dejaba la puerta de la heladera abierta, para ver el extraño encantamiento de las cosas de todos los días, guarecidas en la oscuridad.

Saludos.-

11:10 a. m.  

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